sábado, 20 de marzo de 2010

Como Irlanda (Para Yaneth)

Sentado sobre mi soledad perezco entre las sombras, forjo una espada con mi espíritu y con mis manos froto su canto para mostrarte su templanza y mi sangre dispuesta.

Pero cómo moler un témpano con los dientes? Cómo enfrentar una espada contra un batallón de lanzas fantasmales?

Prefiero pensarte como Irlanda, de prados verdes y montañas duras, frías y ásperas. Donde a fuerza de traiciones la esperanza se esconde al filo de los acantilados, hermanada al más voraz de los vértigos.

Te pienso como una isla casi inexpugnable, alejada. Rodeada de brumas y mares violentos. Me atrevo a imaginar que podré atar a ti mi destino, que podrás aceptar mi vida como obsequio y brindarme la ciudadanía en tus afectos. Qué querrás algún día confiar en mi brazo para combatir el miedo, que dejarás que la luz de mi garganta brille sobre tu geografía con fulgor de oro nuevo, para hacer de tus crueles y atormentadas rocas un prado más sereno. Si no es así, quiero morir incinerado en tus ojos, como un miserable cuervo.

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