sábado, 6 de abril de 2013

ANGUSTIA


Ella llora. También ella, sentada a su lado. Los dedos entre los labios y la angustia que estalla desde las vísceras y muere entre los dientes. Mucho azul. El cielo y el mar en una sola huida. Adiós a hijos y hermanos. Adiós a su risa y su sombra, a su fuerza y sus brazos. Ellos han apostado a un albur, lleno de sal y escualos. Azul, mucho azul para tan pocos músculos  pocas lágrimas para tanto océano. No habrá amuleto que los salve o dios que los proteja. Sólo hay azul, mucho azul. Y si cada vez más uno se aleja, más azul, más océano, sólo sombras y mucho azul. Mucho azul, sobre un lienzo de tristeza.