¿Y qué si hubiese no una, sino dos lunas alrededor de
un sol violeta?
¿Serían iguales los dedos a las lombrices?
¿Serían los úteros cámaras de tortura y la sangre clorofila?
¿Puede un árbol dar origen al fantasma o sólo es el
susurro del viento que le arranca suspiros a la tierra su enemiga?
¿Por qué puedo yo respirar veneno y continuar en pie, si las
comisuras de mi esquina están corroídas y llenas de pústulas?
Quien pueda responder que no lo haga, que se mantenga
silente y ajeno. No quiero saberlo.
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