Se ha dicho innumerables veces que el conocimiento humano es inconcluso, errático, perfectible y, luego del tránsito de Albert Einstein sobre la Tierra, relativo. Largas horas de trabajo filosófico y meditación epistemológica, jornadas completas de discusión entre grandes sabios, libros escritos por expertos en el tema, nos han hecho saber algo difícil de aceptar para unos y demasiado complejo para otros: El conocimiento que decimos tener sobre las cosas, los animales, los fenómenos fisico-químicos, el dinero, el aparato digestivo, las ideologías y la mente humana, no es tal, es sólo una aproximación más o menos acertada a la "esencia" de la realidad que nos circunda. ¿Es esto cierto? ¿Serán acaso trampas creadas por los sabios para no dejarnos acceder a su terreno? ¿Es lo ignoto algo privilegiado, o es la manera de dar privilegios a los "hombres de ciencia"?¿Puede negarse un gran mago a transmitir a sus aprendices el secreto del arte arcano o preferirá que la magia no se pierda con su desaparición? Quizás nada de esto importe, pero es una buena manera de luchar contra el aburrimiento y la ignorancia.